La forma más rápida, directa y económica de reconocer la zona más superficial del terreno es la excavación a cielo abierto de zanjas o calicatas.
Se realizan de forma manual o mecánica siendo lo más habitual mediante retroexcavadoras mixtas, aunque también son frecuentes el uso de miniexcavadoras o excavadoras.
El ensayo consiste en la excavación de una zanja mediante maquinaria de anchura igual a la del cazo de la máquina, por una profundidad equivalente a la máxima permitida por la maquinaria, normalmente profundidades inferiores a los 4 metros, esto depende de la estabilidad del terreno,on rápidas en su ejecución y aportan una gran cantidad de informacion.
Suelen emplearse conjuntamente con ensayos de penetración dinámica ya que, por un lado, se identifica el terreno y se toman muestras y, por otro, se conoce la resistencia del terreno.

Se realizan para:
• Observar directamente la litología del terreno.
• Reconstruir la estratigrafía superficial del terreno.
• Conocer la profundidad de la roca y sus propiedades geotécnicas superficiales.
• Detectar niveles freáticos superficiales.
• Extraer muestras para ensayos a distintas profundidades.
• Obtener, informaciones sobre la excavabilidad del material y la estabilidad, a corto plazo, de las paredes de la excavación.